Desde hace poco más de 10 años, el INTA San Pedro acompaña a productores locales en el desarrollo e implementación de estrategias para impulsar el cultivo y las plantaciones comerciales de este fruto como una alternativa de producción a los frutales de carozo y cítricos.
En San Pedro, desde hace 60 años, el membrillo es un fruto que se utiliza para su industrialización. En la actualidad, 4 empresas -que procesan este producto como dulce sólido en latas y barras- se abastecen con materia prima proveniente del noroeste de la Argentina. Por otro lado, los viveros de la zona producen y comercializan membrilleros destinados a abastecer plantaciones de escala familiar.
Gabriel Valentini -investigador en fruticultura en la Estación Experimental Agropecuaria del INTA San Pedro- explicó que, ante la iniciativa de fruticultores de la zona en avanzar con el cultivo de esta especie y la escasez de información local sobre particularidades, el INTA contribuyó con actividades ligadas a la asistencia y asesoramiento de especialistas en el cultivo del membrillero, facilitando su llegada a la zona y la organización de jornadas de capacitación.
“Las condiciones regionales de cultivo son adecuadas para un correcto comportamiento agronómico de este frutal”, indicó Valentini, y agregó: “Por otro lado, existen cuestiones propias del ambiente que obligan a prestar especial atención a la incidencia de enfermedades fúngicas como la Mancha Parda y de plagas como la Mosca de la Fruta y Carpocapsa”.
En mayor proporción, la variedad que se ha plantado en la zona es INTA 147. En relación con los rendimientos, el investigador indicó que varían según las temporadas y sus condiciones. “Si no existen factores que signifiquen limitantes mayores, los valores oscilan entre 24 y 30 toneladas por hectárea en plantas en plena producción”, puntualizó.
La primera plantación con escala comercial se realizó en la zona en 2015 y actualmente se encuentra en plena producción. “La iniciativa de quienes comenzaron con esta producción y sus resultados a nivel local, han servido de incentivo para que otros productores decidieran implantar lotes con fines comerciales. En 2015 se instalaron 10 hectáreas y, actualmente, existen unas 50 hectáreas implantadas”, indicó el especialista.
“Desde un primer momento se contó con los valiosos aportes de Juan Cólica, profesional de la Estación Experimental Agropecuaria de INTA Catamarca, quién contribuyó con sus conocimientos sobre las características de la especie y su manejo cultural”, destacó Valentini.
En función de las acciones realizadas en la zona para los productores membrilleros, se publicaron los resultados de avances en la evaluación de diversas variantes de poda, cosecha y estrategias para el control de plagas y prevención de enfermedades. Desde 2018 se lleva adelante un experimento en un lote comercial, perteneciente a productores locales, a los efectos de evaluar cinco diferentes variantes de poda, uno de los aspectos relevantes del manejo cultural y componente determinante del rendimiento y su sostenibilidad a través de las campañas.