Con demoras en la siembra en la región noroeste se estima una reducción del área sembrada de trigo respecto a la campaña pasada. Los productores enfrentan costos elevados y la incertidumbre de un posible regreso de “La Niña”, junto con desafíos en el mercado internacional debido a las inundaciones en Brasil y la situación en Rusia.
Los últimos datos en cuanto a las perspectivas del cultivo de trigo 2024/25 en la zona núcleo de Argentina son alentadores en cuanto a que el clima seco ha posibilitado que se continúe sembrando durante los últimos días. La Bolsa de Cereales de Buenos Aires estima, en este sentido, un área dedicada al grano de 6,2 millones de hectáreas en toda zona donde se cultiva en la Argentina.
Sin embargo, en la zona noroeste de la provincia de Buenos Aires el productor en general se muestra aún cauteloso en cuanto a los pasos a seguir, coinciden los especialistas de la Asociación de Ingenieros Agrónomos de Junín (AIAJ).
“Si bien hay algunos lotes ya sembrados, estamos en fecha de siembra de cultivares de ciclo intermedios y largos. Hay demoras por indecisiones y retrasos en fechas de siembra, como también en la adopción de variedades de ciclos más cortos. Estimo una reducción del área sembrada en la zona respecto a la campaña pasada”, comentó el ingeniero agrónomo y asesor, Juan Ignacio Fariña.
Para el especialista el precio del trigo ha manifestado una suba relativa con respecto a la campaña pasada, aunque se mantiene por debajo del precio promedio de los últimos años. “Las lluvias de marzo y abril resultaron favorables para la recarga positiva del perfil, y aunque la napa freática se encuentra aún fuera del alcance exploratorio de raíces, los primeros estratos mantienen una buena condición hídrica para la siembra”, explica Fariña.
Con un progreso de siembra de trigo en todo el país que está alcanzando al 25,7% del área proyectada, según los últimos informes semanales, las previsiones climáticas, como la de la Organización Metereológica Mundial (OMM), emiten la alerta de sequía para los próximos meses con el regreso del fenómeno de “La Niña”.
“La mayoría de las previsiones de los especialistas apuntan al regreso de “La Niña”. Bajo este escenario se verían afectados negativamente los planteos productivos de dobles cultivos y, en consecuencia, los márgenes económicos de la secuencia”, analiza Fariña.
Costos: gastos en pesos que quedarían relativamente caros
En lo que hace a costos de producción de trigo, el panorama no es del todo alentador según la revista Márgenes Agropecuarios, ya que actualizados a mayo los costos ascienden a US$662 por hectárea, es decir un 7% por encima del costo promedio de los últimos cinco años, el cual totaliza US$618 por hectárea.
Sin embargo, puede haber luz verde en lo que venga. Fariña expone que, durante el último mes de mayo, los costos de herbicidas y fertilizantes manifestaron una baja de precios debido a una reducción arancelaria de importación. “Dentro de los fertilizantes, la urea demostró una rebaja superior respecto a los fosfatados. Dicho esto, la relación insumo-producto se vería mejorada, pero cabe destacar que estos insumos no representan la totalidad de los costos de producción y hay gastos en pesos que quedarían relativamente caros”, dice el asesor integrante de la AIAJ.
“El productor, además, mantiene una incertidumbre respecto a la dirección de las políticas agrícolas”, explicó.
Sin certezas con Rusia y con un Brasil inundado
Como se sabe Argentina es un jugador importante como exportador mundial de trigo, con destinos de exportación consolidados como Brasil e Indonesia. En este sentido de escenario internacional aún afectado por la guerra Ucrania – Rusia, no hay certezas sobre cuál será el aporte final de la producción de trigo rusa, que no ha transitado una buena campaña sobre todo comparativamente con las anteriores.
“A su vez, se suman las catastróficas inundaciones en el sur de Brasil, afectando gran parte de su zona productiva triguera y es el principal país destino de nuestro trigo. Teniendo en cuenta esta coyuntura internacional, la oferta de trigo podría ser relativamente limitada y posiblemente acompañada de una variación positiva en el precio del cereal a futuro. Todas estas observaciones deberán ser tenidas en cuenta al momento de evaluar el costo de oportunidad de sembrar trigo”, resume Fariña.
Fuente: Diego Abdo para www.expoagro.com.ar