Según los datos recopilados, se evidencia un incremento en la superficie producto de diversos factores, principalmente, una mayor disponibilidad de superficie debido a una merma en la intención de siembra de maíz, sumado a un aumento en la superficie triguera que aumentaría la superficie de soja de segunda.
No obstante, existen factores bajistas que condicionan un mayor incremento de la superficie, entre los que podemos mencionar una primavera que presentará una variabilidad espacial en cuanto a las precipitaciones, en un marco de escenario climático bajo una “Niña” débil, y sumado a ello, un complejo escenario económico con una relación insumo/producto que desmejora respecto al ciclo previo y márgenes ajustados.
Dada la situación presente, se proyecta una superficie destinada a la siembra de soja para la campaña 2024/25 que alcanzaría las 19.000.000 hectáreas, lo que representa una expansión interanual del área del 9,8%. Esta cifra refleja un aumento del 13% en relación con el promedio de los últimos cinco años.
¿Cuál es la situación regional?
La información relevada indica una segunda recuperación consecutiva del área de soja a nivel nacional, impulsada principalmente por los planteos de primera en el norte del área agrícola. Asimismo, el aumento del área de cultivos de fina en la región central incrementaría la superficie de soja de segunda.
Tomando como eje la baja en la intención de siembra de maíz, como consecuencia del complejo de enfermedades que transmite el insecto vector Dalbulus sp., se espera que la superficie liberada por este cultivo sea reemplazada principalmente por la oleaginosa. Esta tendencia, si bien es positiva, disminuye de norte a sur. Sobre la región norte, principalmente NOA, NEA, centro-norte de Córdoba y Santa Fe, principales zonas afectadas por el insecto vector, es donde se ha visto una marcada tendencia a favor de la oleaginosa, esto se manifiesta en un incremento en la intención de siembra para soja de primera.
Asimismo, si bien los márgenes no son favorables para los cultivos de verano, dado que el cultivo de maíz requiere una alta inversión inicial, el menor requerimiento de inversión para la oleaginosa contribuye a una expansión de la superficie de soja de primera en ambos núcleos y el Norte de La Pampa-Oeste de Buenos Aires. Como resultado se espera una expansión del área de soja de primera.
La posibilidad de alcanzar esta superficie estará sujeta a la disponibilidad de humedad superficial durante la ventana de siembra, con un pronóstico inicial de precipitaciones moderadas.
Por su parte, sobre ambos núcleos, en donde el área de fina se vio incrementada, se prevé una mayor superficie de soja de segunda. Sobre el resto de la región agrícola, si bien se ha registrado un aumento de la superficie de fina, la expansión es menor que sobre ambos núcleos.
Accedé al informe completo para conocer cuál es el escenario climático y económico para la soja en esta pre campaña.